lunes, 20 de noviembre de 2017

Día del niño...haz que su voz cuente

Cada año la misma historia...o no. Volvemos a celebrar un 20 de noviembre el Día Internacional del Niño. Considero necesario hablarles a los niños, de cualquier lugar, de sus derechos, por supuesto. Pero para mí es una necesidad, imperiosa diría yo, contarles a nuestros niños, da igual de dónde o cómo sean, que cada derecho del que les hablamos lleva consigo un deber. 

Este año El Día Universal de la Infancia reivindica el derecho de los niños a ser escuchados. No obstante, tened presente que ellos han de aprender también a escuchar, y no es tarea sencilla. La importancia de escuchar a los niños no es nueva, aunque no todos la coloquen en el lugar que se merece. Todos y cada uno de los niños que habitan este mundo tienen algo que decir, y seguramente sea más importante de lo que nunca nos hayamos planteado. 

Debemos escuchar  a esos niños que son felices y que parecen tener una vida que, cualquier otro, con dos dedos de frente, envidiaría. Aunque no siempre es oro todo lo que reluce. Además hay que escuchar a los que me atrevo a catalogar como los "olvidados," a esos menores que a pesar de tener padres parece que crecen solos. A aquellos pequeños que sufren la despreocupación, el menosprecio, la desatención, el desapego, el interés...de quienes supuestamente deberían amarlos con toda su fuerza porque son sangre de su sangre. Ojo, quizá estos padres quieran a sus hijos con toda su alma, pero a lo mejor no han aprendido (o nadie les ha enseñado) a actuar de otra manera. Hay que escuchar también a esos a los que sus padres no animan a estudiar, porque no entienden cuánto bien puede hacer la educación en el futuro de sus hijos. No alcanzan a imaginar lo indefensos que sus hijos pueden estar ante el mundo si no saben cómo defenderse. La cultura es poder, la educación es poder, poder para cambiar, para mejorar, para construir un futuro, para ser mejores personas... Y no hablo de conseguir un trabajo mejor, simplemente de disponer de más herramientas para sobrevivir en el mundo. Un mundo deshumanizado en el que la comunicación cara a cara esta en peligro de extinción. un mundo en el que la mayoría de la gente actúa sin reflexionar, en el que las apariencias cuentan mucho y se juzga con excesiva facilidad al que se sienta a nuestro lado. Pues a todos ellos, a los que parezcan felices o infelices,  démosles voz. Que pueden expresarse, que puedan compartir sus preocupaciones, sus sentimientos, sus ilusiones, sus problemas, sus opiniones...Lo que ellos quieran.

A todos los que leéis esto, estoy segura que nunca os va a faltar un menor cerca de vosotros. Por eso, os pido un favor, sin necesidad de preguntarle nada: dejadle hablar. Que os cuente, que os mienta, que se sincere, que se enerve, que se tranquilice, que se relaje, que se indigne, que se avergüence, que vea el vaso medio lleno (o vacío), que llore, que sonría...En definitiva, escuchad y, permitid que se emocione. Haced un ejercicio de empatía.

Y a los menores, de quien sea, que lean esta entrada, os lanzo un mensaje: No estáis solos. Mirad a vuestro alrededor, seguramente más cerca de lo que vosotros creéis, hay una persona dispuesta a poner su oído atento cuando decidáis empezar a hablar.

Y por todos esos lucho, y espero no cansarme de hacerlo, por los que los tienen más difícil, por los que reman contracorriente y persiguen sueños aun cuando saben que pueden pagar un precio muy alto por no querer renunciar a ellos. No veáis límites, no arrojéis la toalla, porque quien se rinde no llega a situarse donde querría. 

Para mí, la voz de los niños cuenta mucho, generalmente no tienen filtro y es frecuente que hablen sin pensar bien antes lo que dicen o cómo lo dicen, pero eso no les resta ni un ápice de valor.


A todos los niños...FELIZ día, os queremos.



2 comentarios:

  1. Hola Raquel. Acaba de empezar el curso de blog y, claro, me he acordado de tu espacio. De vez en cuando me doy una vuelta por tu blog... estuve a punto de escribirte hace unos días, cuando celebraste el primer año de bloguera, pero se cruzó cualquier tarea que distrajo mi intención. En definitiva, sólo quería transmitirte mi felicitación y darte las gracias porque logras transmitir la pasión por esta tarea tan hermosa que tenemos entre manos. En fin, Un abrazo.

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  2. GRACIAS por tus palabras MANUEL. Vi que había bastantes personas apuntadas...y yo que me alegro. Eso intento, aunque a veces sea difícil. Hasta pronto (espero). Un abrazo,

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