jueves, 5 de octubre de 2017

EMOCIÓNATE: día 1

De los seis alumnos apuntados, ayer miércoles, aparecieron tres. Podía haber dicho que faltaron tres, que podréis pensar qué más da que da lo mismo, pero no. Voy a centrarme en los que vinieron y confío que el próximo día estén los seis ("Cosas que pasan," como diría un alumno).

Es verdad que al principio eso me descolocó un poco, y en parte me dio un pelín de rabia, pero se me pasó rápido. Pensé para mis adentros que era una oportunidad para arrancar el taller lo mejor que pudiera, sin importar que solamente se hubieran presentado la mitad. Y que esto, de aquí a unas semanas, será algo anecdótico y ni lo recordaré.

Tenía la clase preparada a conciencia. Se me pasó por completo hacer una foto a la pizarra. En ella había dibujado unas letras tipo rótulo, con tiza azul, en mayúsculas, que decían EMOCIÓNATE. Es el título del taller, y a su vez, era una sugerencia, para que cada uno pueda mostrarse como es, sin las prisas que a veces provocan los libros de texto, por intentar abarcar un currículo que no contempla la realidad más allá de unos determinados conocimientos. Que a ratos puede ser asfixiante, como si te faltara el aire. Pero no, con el tiempo una aprende que lo importante es el camino, no la meta. Que si llegamos, felices todos; pero que si no la alcanzamos y el camino ha valido la pena, contentos también.

Creo que EMOCIÓNATE es eso, un mensaje directo a mis alumnos, de ahora sí, ahora es el momento de que hables de lo que te apetezca y que no respondas si no quieres (no hay que obligar a hablar o a intervenir, menos todavía si es algo nuestro, personal). Es el momento de que compartas, que escuches de manera activa, que participes, que aportes lo que eres o piensas sin temor a ser juzgado. Y si hay que reír, se ríe; y si toca llorar, se llora...

Además de Emociónate, escribí de manera esquemática una actividad sobre el optimismo, para hacer con cartulinas de colores, pero me ha parecido más oportuno dejarlo para una sesión en la que no faltara nadie.

También había un par de pinceladas, dos frases, sobre la educación emocional, y listo.

Encima de algunos pupitres, coloqué cartulinas de colores, y apoyados en ellas, piruletas con el nombre de cada alumno y globos con forma de corazón, de colores, que había personalizado con los nombres. En un vaso, "píldoras" en papelitos enrollados a modo de pergamino con frases relacionadas con la Educación Emocional. Y en otro pupitre, la versión pop-up del libro Monstruo de colores, de Anna Llenas. Y aunque está muy explotado este libro, da juego, no lo podemos negar. Sirve para hablar de rabia, de calma, de miedo, de tristeza, de alegría...Ahí lo dejo.



Imágenes personales. Propiedad de Raquel Plaza Juan.
Después de un pequeño calentamiento, preguntando directamente por qué se habían apuntado a ese taller, tanteé de qué pensaban que iba.

Entre los cuatro leímos el libro, y fuimos hablando de lo que surgía gracias al contenido del mismo. Con eso se nos fue más tiempo de la cuenta.

Les expliqué los motivos para poner los globos, inspirándome en la frase "Somos globos cargados de sentimientos en un mundo lleno de alfileres." Quería que se parasen a pensar sobre el daño que a veces podemos hacer con lo que decimos o hacemos; lo conveniente que es pensar antes de hablar e intentar aunque suene sencillo, hacer las cosas más fáciles a los demás.

Y de todo lo que tenía en mente, usé mi memoria sobre recursos emocionales, y me fui a un vídeo que recientemente he compartido en este blog, el discurso de agradecimiento de Miguel Herrán al recibir su Goya. Y lo hemos estado viendo juntos. 

Para terminar cogieron su globo, su piruleta y leyeron al azar la frase que habían cogido.

Y así acabó la sesión, el tiempo se me fue volando, creo que eso es buena señal. Es un pasito, pero me ha hecho mucha ilusión darlo con ellos. A los ausentes, os queremos presentes en la próxima sesión.

Quedan muchas emociones por compartir.


https://exploringyourmind.com/mature-womans-heart-deep-sea-secrets/




No hay comentarios:

Publicar un comentario