domingo, 16 de abril de 2017

9 años

Es exactamente el tiempo que hoy, 16 de abril de 2017, hace que empecé a trabajar, entonces como maestra interina, en la Comunidad de Madrid.

Todavía recuerdo la sensación de irme de mi casa con una maleta, sabiendo dónde iba a dormir esa noche, pero sin ninguna seguridad de cuál sería mi destino la siguiente. Todo se resumía en "Madrid sur." Ir a Leganés, y allí, escuchar junto a otros interinos, qué sustituciones había, dónde era cada una y una previsión de para cuánto tiempo. Y lo que tienen los recuerdos es que van unidos a muchas cosas. Este comienzo, aquel aluvión de novedades, empezó por la más que calurosa acogida de Mayte y David, que me abrieron de par en par las puertas de su casa y mucho más. Tengo grabada a fuego la frase de David, al decirme que no solo iba  a llevarme a Leganés, sino que había organizado todo, para poder acompañarme hasta el sitio que fuera. Y ahí estaba yo, con un miedo a lo desconocido que parecía que entraba en el túnel del terror. Llegamos a mi destino, el CEIP Leonardo Da Vinci de Parque  Coimbra, en Móstoles. Nos recibió Javier, el secretario. Mientras él hablaba, vi un árbol precioso. Por motivos arquitectónicos, había un pilar bien hermoso en el hall del centro, que las maestras, con mucho gusto, habían disfrazado y convertido en un fabuloso árbol...Y de ahí, hasta ahora, nueve añitos, que no es moco de pavo. 

Un inciso, ese 16 de abril de 2008 comencé a trabajar como maestra interina. Pero, en realidad, había empezado años antes que trabajar, como maestra de clases particulares de Inglés. Con la enorme suerte de tener un primer alumno inolvidable, tan inolvidable que sigo en contacto con él, pese a lo mucho que ha llovido, Pablo Antón Sierra. Por aquel entonces era un niño encantador, con mucha chispa, cariñoso, con una mirada muy dulce...Y hoy, sigue siendo un encanto.

Finalizado el inciso, no puedo poner todos los nombres y apellidos, la lista sería demasiado larga, de todos los que, a lo largo de estos nueve años, os habéis ido cruzando en mi camino (a nivel laboral). Aunque sí me gustaría aprovechar para daros las gracias una vez más, porque me habéis hecho y me seguís haciendo inmensamente feliz. Gracias a todos los que me habéis ido acompañando, o simplemente os habéis cruzado conmigo en este "viaje" de Móstoles hasta ahora, en sus distintas "estaciones": CEIP Leonardo Da Vinci (Parque Coimbra, Móstoles), CEIP Miguel Blasco Vilatela (Ciudad Lineal, Madrid), CEIP Miróbriga (Ciudad Rodrigo, Salamanca), CEIP Santa Catalina (Salamanca), CRA El Robledal (Robleda, Salamanca), CEIP Juan del Enzina (Salamanca), CEIP Filiberto Villalobos (Guijuelo, Salamanca), IES Vía de la Plata (Guijuelo, Salamanca) y CEIP Beatriz Galindo de Salamanca (destino actual).

Gracias especiales a los que seguís en contacto conmigo pese a que no sea ya ni vuestra tutora, ni vuestra maestra de Inglés, ni la tutora y/o maestra de Inglés de vuestros hijos, ni vuestra compañera de claustro...A muchos os he dicho lo mismo, para mí, el cariño no desaparece, y si vosotros queréis, seguiremos en contacto; y si os puedo ayudar, os ayudo, contad con ello.

Ayer lo hablaba con un amigo, el hecho de tratar a la gente con cariño, no quiere decir que vayan a pagarte con la misma moneda (en cualquier ámbito). Os habrá pasado muchas veces, que no se portan con vosotros como vosotros os habéis comportado con ellos. La verdad es que cuando trato a alguien con cariño o me preocupo (de verdad) por alguien, es porque de corazón lo siento. De hecho, que en ocasiones no me paguen con la misma moneda no me impide continuar tratándolos de la misma manera y querer seguir manteniendo el contacto con personas que para mí han significado mucho,  A veces simplemente la gente no ha aprendido ciertas cosas y no está acostumbrada a que los traten de esa forma. 

Perdón, esto va para mis ex-alumnos, si en algunos momentos he insistido demasiado en algo, tal vez un día lo entendáis (o quizás no), los adultos vemos más allá que un niño o un adolescente. Y a mí, lo que me mueve, por encima de lo mucho o poco que vayáis a aprender, es el cariño, y el deseo de veros felices y que en el futuro se den las condiciones para que a todos los niveles, todo os vaya bien. Por supuesto que me habré equivocado, una y mil veces, pero me he disculpado siempre que he sido consciente de haber metido la pata. Quiero pensar que también he acertado unas cuantas veces.

Y cómo no, gracias a los que estáis ahí, a los que no sois de mi entorno laboral, sino personal, y aguantáis estoicamente mis anecdotillas del día a día, mis agobios, mis ideas, mis preocupaciones, mis alegrías...Sabéis quiénes sois, y punto.





Fuente: Pinterest

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