miércoles, 25 de octubre de 2017

EMOCIÓNATE: día 3

Segunda ración de optimismo...

Esta tarde nos hemos juntado siete personas. Han venido seis alumnos(de los siete apuntados).
Comenzamos repasando qué habíamos visto la semana pasada y continuamos desde ahí.

Entre unas cosas y otras, una alumna, de manera muy decidida me ha dicho esto: "Raquel, me gustas mucho más en el taller que en clase." Y le he respondido que claro que sí, que es normal (porque es otro contexto diferente). En el taller soy mucho más libre. Además en los talleres soy Raquel a secas, disfruto en las dos funciones, pero hay una distancia considerable de una a otra.

Hemos visto el corto "El borreguito optimista," que cuenta la historia de un borreguito muy feliz, que se divertía bailando, presumía bailando y hacía bailar a otros animalitos. Un día vienen a esquilarlo, y sus amigos empiezan a reírse de él y a burlarse de su nuevo aspecto. Evidentemente él no era feliz así. Poco después aparece en el cuento un "liebrenado cangurín" (ojo a la palabra y por supuesto al aspecto). Este personaje hace reflexionar al borreguito y darse cuenta que el aspecto no es lo importante, y que si quiere, puede bailar saltando, como si tocara el cielo. Todo esto contado cantando y con rimas. Y...lo mejor es que lo veáis, que solamente os va  a "robar" poco más de cuatro minutos y medio.

Parece un cortometraje muy inocente, pero se puede extraer mucho jugo de él.



Después comentamos el cortometraje y cada uno opinó sobre lo que había visto y/o entendido.

Les puse una serie de situaciones que tenían que mirar con gafas optimistas. Tened presente que los destinatarios son de 5º de Primaria. Las situaciones eran ni más ni menos que las siguientes:

Siempre en positivo…
  • Estás esperando al autobús en una parada sin marquesina y empieza a llover a cántaros.
  • Te han castigado sin recreo en el cole.
  • No te dejan usar el móvil durante un mes.
  • Un amigo ha hablado mal de ti a tus espaldas y otro amigo te lo cuenta.
  • El chico/la chica que te gusta no te hace ni caso.
  • Se ha estropeado el ascensor y tienes que subir andando cinco pisos.
  • Todo el mundo se ha olvidado de tu cumpleaños.
  • El/La que creías que era uno de tus mejores amigos/as, te deja de hablar sin motivo alguno.
Estoy convencida que más de uno ha esbozado una sonrisa al leer la lista anterior; porque seguramente hayáis vivido algunas de ellas. Me las he inventado pero algunas están basadas en mi propia experiencia y en pensar cómo podría haber afrontado con más optimismo determinadas situaciones. Sigo creyendo que nosotros no podemos evitar lo que a veces otras personas nos hacen o nos dicen, por muy injusto o doloroso que nos parezca. Pero, claro que lo que marca la diferencia es cómo nos tomamos todo eso. Ahí está la clave. Una actitud optimista es un balón de oxígeno. Una actitud pesimista es una piedra atada con una cuerda a tu pie (y tú metido en una piscina).

La sesión ha continuado con un vídeo sobre un ejemplo que aparece en el libro *SMILE, el arte de la actitud positiva, de Rubén Turienzo. Es muy breve.


Después de verlo me doy cuenta, una vez más, lo sencillo que es alegrarle el día a las personas, o hacerles más llevadera la espera. Se trata de eso, algo fácil, que casi no cuesta dinero, pero que siente bien a la gente. ¿Alguien puede resistirse a estallar esas burbujas? ¡Yo no!

Y casi para acabar la sesión, la canción BONITO, de Jarabe de Palo, de Pau Donés...Bueno, en realidad en teoría quería haber terminado con esta canción, pero me encanta tener que improvisar.


Les di la letra y les invité a cantarla y a bailarla. No obstante, me he encontrado con un sentimiento de vergüenza que no me esperaba tan marcado. Y aunque yo me he arrancado a las dos cosas (pese a que considero que lo mío nunca ha sido el baile y que cuando canto aumentan las posibilidades de precipitaciones de forma considerable), no ha habido manera de que se soltaran. Con cariño les dije que quería que esta tarde nos fuéramos cantando, alegres, con energía. Rápido me acordé de "Olélé moliba makasi," una canción infantil en lingalés, que descubrí en tiempos del CEIP "Santa Catalina" gracias al libro Canciones infantiles y nanas del baobab. El África en 30 canciones infantiles (una delicia de libro), de la editorial Kókinos. Y sí, con esta canción hemos acabado cantando. Es un éxito asegurado:


*Tengo el libro SMILE de Rubén Turienzo. Y, por un regalo que nunca pude llegar a entregar, por duplicado. Si alguien conocido lee esto y quiere leerlo, ya está tardando en decírmelo. Es del estilo de los de Míster Wonderful pero con menos frasecitas y más texto.

Lo mismo pasa con el de Canciones infantiles y nanas del baobab (es un libro + el cd con las canciones). Actualmente lo tengo en el colegio y lo escuchamos de fondo mientras estamos con otras tareas, pero si queréis ver cómo es...¡Avisadme!

Y así, con la energía bien arriba, finalizó la tercera sesión de Emociónate. Sinceramente, estoy deseando que llegue la siguiente. 

Ya sabéis, la vida no es nada sin emoción. Intentad que las emociones "buenas" tengan más peso que las que os hacen sentir mal, os duelen, os alteran...Espero que mañana veáis el vaso un poquito más lleno que hoy.

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